jueves, 22 de enero de 2009

Al hilo de la entrada anterior

Del blog Pressing de Luis Fernando López en el diario El Mundo:


Lo malo, si concentrado...

1. "Estoy hasta los huevos del Barça y el Madrid". El cántico lo bordan en el Martín Carpena, tierra de Unicaja. Y tiene gracia. O tenía, porque quizá ahora ya ni se entone, si acaso en susurros, ahora que ellos, y el Tau, son como Barça y Madrid, grandes que van por libre en la ACB como prueba de fidelidad a la Euroliga, que les premia con una plaza asegurada en el torneo. Pues la competición europea ha emparejado en la liguilla de octavos al Barcelona y al Real Madrid. Se las verán la próxima semana, segundo cruce del año entre los ‘futboleros’. Habrá partido de vuelta Euroliga, y cuartos de final de la Copa, y devolución de visita liguera de los azulgrana a los blancos. Es decir, no menos de cinco duelos entre ellos esta temporada -aún quedan los 'playoffs' domésticos y se podrían encontrar también en la Final Four-.
Los Dolce&Gabanna fidedignos no se venden en el rastro, pues perdería su exclusividad. Sin embargo, el gran duelo, el clásico, lo mejor que puede ofrecer el baloncesto español a efectos de impacto mediático, se ha depreciado a fuerza de repetición. Muy probablemente, algo equivalente se pudo leer en este blog aquel año en que Madrid y Barcelona se enfrentaron 11 veces. Cuesta recordar qué ocurrió entonces. Tal vez sucedieron tantas cosas que se olvidan por acumulación.


2. La Asamblea de la ACB ha decidido que volverá a una Liga de 18 equipos. Es decir, bajarán y subirán dos; el Obradoiro sería el 18, por los 17 actuales -el Akasvayu se cayó incapaz de limpiar sus cuentas-. Si el Obradoiro falla, algo previsible considerando la multitud de requisitos impuestos, sólo bajaría un equipo. Como escribe Eduardo Schell en ‘Marca’, entonces, ¿para qué sirve la Liga regular? Porque lo único trascendental después de 34 jornadas es quién baja, pero resulta que sólo lo hará uno. Mirando más allá, la ACB ha perdido una excepcional oportunidad para adelgazarse a 16 equipos, algo necesario en el actual modelo de escasos ingresos televisivos, de congestión del calendario y de dispersión del talento. Pero como la ‘patronal’ está rota, entre los cuatro ‘grandes’ y los 13 pobres, cada cual trata de salvarse y nadie se para a pensar en el bien común.

3. Rudy Fernández estará en el concurso de mates de la NBA. Se trata de un hecho relevante: primer europeo en presentarse en semejante competición. En sus declaraciones iniciales, decía no sentir ningún entusiasmo. Deseaba no salir elegido aunque, después, hasta hizo un anuncio tocando la guitarra y reclamando adhesiones. Ha acabado aceptando, obviamente, y ojalá le vaya bien. Rudy debe de ser un buen matador. Se le suponen capacidades a la vista de sus prestaciones en juego, pues hay pocos argumentos más a los que agarrarse. Sólo una vez, hace mucho (2004), se sumó a un circo similar en España. Para la Supercopa, antes para el All Star, la ACB casi tiene que arrodillarse y suplicar a los jugadores que se sumen al ‘espectáculo’. A Rudy nunca le debió de apetecer. Se presentó al reseñado concurso de mates y a los triples de 2005, Después, nada. Si no le gustaba, no colaborada. Perfecto, viva la libertad ahora hurtada.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

A este paso, lo único interesante del final de liga regular va a ser quién se mete como octavo en los play-offs, porque mucho me temo que el único que descenderá, por muy mala pinta que sigue teniendo Cajasol, será el Murcia. Lo que está claro es que en la ACB cada uno sigue mirando sólo por su parte del pastel, y parecen olvidar que de lo que se trata es de que la afición se enganche más a esto (los índices de audiencia del básket en TV siguen siendo bajísimos).

Alerito fino dijo...

Con la medida adoptada, los equipos del noveno para abajo que se olviden más aún de la televisión, al menos de Televisión Española 1 o 2. De todos modos, la ACB ya metió bastante la pata cuando en su día se entregaron a Canal+. Claro, acertó para su olla, pero no para la de los clubes. Y sin tele, que se olviden los clubes de medio pelo de encontrar patrocinadores de gran calado... y tal.