domingo, 24 de agosto de 2008

De cojones, acojonado, acojonante

Foto: feb.es
DE COJONES: Es como ha jugado España ante Estados Unidos en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín. Derrota por la mínima, sí por la mínima (107-118), y medalla de plata. El trabajo defensivo ha sido extraordinario a lo largo de los 40 minutos de juego, y el ofensivo ha estado repleto de talento, tanto que, conforme se sucedieron las posesiones y avanzó el cronómetro hacia el final, allí, aquí, en yanquilandia o en donde hayan visto el enfrentamiento, todos han y hemos creído en la posibilidad de victoria de la selección española. Extraordinario partido y otro más para guardar en la 'dvdteca'.

ACOJONADO: Es como me han dejado los árbitros y los rectores de la FIBA. No se puede dirigir un mismo partido con dos reglamentos distintos. No es de recibo, tampoco lo fue en la primera fase cuando los yanquis nos dieron un repaso consentido, que a los Kobe y cía se le permita hacer cámino de forma continua. Tampoco lo es que 'todas' las situaciones en las que hubo dos puntos y falta a favor de Estados Unidos las entendieran como acciones continuadas, mientras que al equipo contrario no se le aplicaba el mismo 'favor', ni siquiera en una de escándalo que se produjo en el tramo final del choque sobre Marc Gasol. De igual modo, que se piten faltas en medio de la pista aplicando un rasero para unos y ninguno para los otros. O que se permita cambiar el pie de pivote por sistema a los de la camiseta azul. Es dar mucha ventaja a un equipo que, de por sí, mejor dicho por el poderío físico, es mejor a todos los efectos. Brazauskas (Lituano), Estévez (Argentino) y Jungebrand (Finlandés), los tres que han pitado la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, al Basketball Hall of Fame. Los yanquis se lo deben.

ACOJONANTE: Es como han estado casi todos los jugadores y el entrenador de la selección española en la final olímpica de Pekín ante Estados Unidos. El más de todos, Rudy Fernández. Vaya mate que se pegó en la cara de Howard. Y que triplazos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy Jungebrand. No nos dejaban pitarle los pasos a los americanos. Yo los veía, pero no los podía pitar.
Lo siento. Soy tan cabrón como los árbitros malditos que ha tenido España en fútbol, como Sandor Phul o 'El-Gandur'. Así es la vida.

Anónimo dijo...

Lo más vergonzoso, que el PepeLui Sáez, el del cortijo, se la succione a los de la Federación Internacional (¿NBA?) y censure en su página las declaraciones de sus jugadores criticando a los árbitros. El pepelui es lamentable. Y sus palmeros y tocabombos, más.