Por de pronto el mensaje del anuncio les ha servido en la Copa del Rey. Aunque son muy evidentes las carencias del equipo, ayer se cargó al Joventut, que por el exterior es más que superior tanto en el puesto de base, en el que el Estudiantes está más que flojo, como en los aleros, que son mucho más determinantes de los de la Penya, como en el interior, donde hay un mayor equilibrio entre las capacidades ofensivas y defensivas en los de Badalona. Ahora el Estudiantes se la ve con el Unicaja, rival ante el que lógicamente no es favorito, pero puede pasar de todo, principalmente por ser a partido único y en Madrid. Puede ser cuestión de que Wideman marque diferencias, como supo hacer el año pasado cuando el Fuenlabrada visitó al Unicaja y que con 24 puntos anotados, 15 rebotes y 42 de valoración fue determinante para que su equipo ganara en el Carpena 100-105. Por entonces el Unicaja era séptimo en la clasificación y el Fuenlabrada estaba el 15º.
Ha sido que no. La historia es que no se puede ganar un partido con 24 pérdidas de la posesión del balón, de las que varias han sido en los tres últimos minutos, una de ellas, un pase (creo que de Brewer) a Jasen, ya en el último minuto evitando la opción de equilibrar el tanteador y facilitando que el Unicaja apuntillase. De todos modos, muy digno el papel del Estudiantes en la Copa. ¿Qué pasaría si Granger sirviera para algo?
2 comentarios:
Por de pronto el mensaje del anuncio les ha servido en la Copa del Rey. Aunque son muy evidentes las carencias del equipo, ayer se cargó al Joventut, que por el exterior es más que superior tanto en el puesto de base, en el que el Estudiantes está más que flojo, como en los aleros, que son mucho más determinantes de los de la Penya, como en el interior, donde hay un mayor equilibrio entre las capacidades ofensivas y defensivas en los de Badalona. Ahora el Estudiantes se la ve con el Unicaja, rival ante el que lógicamente no es favorito, pero puede pasar de todo, principalmente por ser a partido único y en Madrid. Puede ser cuestión de que Wideman marque diferencias, como supo hacer el año pasado cuando el Fuenlabrada visitó al Unicaja y que con 24 puntos anotados, 15 rebotes y 42 de valoración fue determinante para que su equipo ganara en el Carpena 100-105. Por entonces el Unicaja era séptimo en la clasificación y el Fuenlabrada estaba el 15º.
Ha sido que no. La historia es que no se puede ganar un partido con 24 pérdidas de la posesión del balón, de las que varias han sido en los tres últimos minutos, una de ellas, un pase (creo que de Brewer) a Jasen, ya en el último minuto evitando la opción de equilibrar el tanteador y facilitando que el Unicaja apuntillase. De todos modos, muy digno el papel del Estudiantes en la Copa. ¿Qué pasaría si Granger sirviera para algo?
Publicar un comentario